Tiburón blanco, llamado también jaquetón, es considerado el más peligroso de los tiburones. El tiburón blanco tiene el hocico cónico en vez de aplastado, ojos negros y grandes dientes serrados en forma de punta de flecha. Los lóbulos superior e inferior de la cola son casi iguales de tamaño, y el cuerpo es azul o castaño grisáceo, y no blanco, excepto en la superficie ventral.
Aunque el tiburón blanco debe al cine su mala fama hay poca información documentada acerca de su comportamiento. Uno de los especímenes de mayor tamaño fue capturado frente a Montauk, Long Island, Nueva York, en 1964; medía 5,34 m de largo y pesaba unos 2.043 kilogramos. El tiburón blanco engulle sin masticar criaturas y objetos de hasta la mitad de su tamaño, en especial focas, delfines, tortugas, otros tiburones, trozos arrancados a las ballenas, peces y basura procedente de los barcos. Entre 1916 y 1969 se produjeron 32 ataques contra nadadores, con el resultado de 13 muertes, que fueron atribuidos a tiburones blancos. En tres ocasiones se han producido ataques documentados contra botes frente al cabo Bretón, Nueva Escocia, Canadá, uno de los cuales, un esquife, resultó hundido. Una hembra, reconocida por sus cicatrices, durante 13 años regresó a las costas de Australia, donde se producen las mayores capturas deportivas.
Aunque el tiburón blanco es un animal de descomunal fuerza, y aterroriza a los humanos con los que entra en contacto, la mayoría de las autoridades están de acuerdo en que su reputación es inmerecida. Algunos especialistas opinan que se trata de una especie amenazada por la reducción de sus fuentes de alimento y por el exceso de pesca por parte de los cazadores de trofeos.
Clasificación científica: el tiburón blanco pertenece a la familia Lámnidos. Su nombre científico es Carcharodon carcharias.