Mantis, nombre común de unos insectos delgados y alargados, abundantes en las regiones tropicales y de clima cálido de todo el mundo. Presentan una coloración verdosa o pardusca que puede variar mucho entre los individuos de una misma especie. Estos insectos, también llamados mantis religiosas o santateresas, sufren una metamorfosis incompleta. Se les conoce por ese nombre porque permanecen apoyados sobre sus apéndices posteriores y mantienen el par de apéndices anteriores juntos, en una postura en la que parece que están rezando; simplemente esperan en esta actitud la llegada de los insectos que constituyen su alimento. Tienen una cabeza pequeña y muy móvil con ojos compuestos grandes y un aparato bucal de tipo masticador. Sus patas delanteras son robustas y están equipadas con unas púas afiladas que les posibilitan atrapar y sujetar a sus presas. Depositan los huevos en una ooteca que fijan generalmente a la vegetación.
La mantis común europea alcanza una longitud máxima de unos 6,3 cm. Esta especie se ha utilizado como ayuda en el control de otros insectos perjudiciales. Las especies tropicales pueden alcanzar los 16 cm de longitud.
Clasificación científica: las mantis constituyen el suborden Mantodea, dentro del orden Dictiópteros (Dyctyoptera). La mantis común europea se clasifica como Mantis religiosa.